La perspectiva es algo muy variable en el mundo. Uno nunca tiene la misma perspectiva nunca, siempre cambia, a cada segundo y para todos. Es por eso que es maravilloso apreciar las diferentes perspectivas que nos da la vida todos los días y saber interpretarla de varias maneras, ya que cada persona la aprecia diferente.

Esto tiene mucho que ver con cualquier cosa. Todo parte de la perspectiva visual, pasando por nuestra mente hasta llegar a convertirse en un sentimiento. Uno no puede obligar a otras personas a tener la misma perspectiva, si “esa misma perspectiva” hizo sentir diferente al otro ser. ¿Y cómo se pueden obtener diferentes perspectivas de las cosas? Depende del punto de fuga. El punto de fuga es el parte aguas de todo lo que distorsiona nuestra mirada. Podemos llamar punto de fuga a todo lo que nos cambia una perspectiva, desde cómo nos sentimos en algún momento y queremos ver las cosas, dónde estamos parados, etc. Los sentimientos tienden al infinito, así como la fuga, nunca acaba. Podemos apreciar infinidad de cosas gracias a esta maravillosa metáfora, analizando distintos puntos para obtener otras perspectivas.

En conclusión es eso, lo especial que es que cada ser humano es un mundo diferente. Cada persona puede apreciar las cosas desde el punto donde escucha, de donde esté parado, de lo que sienta, y si por algún motivo cambia de parecer, puede moverse un poco y distorsionar su realidad a su placer.

JLBR