El viajero
Julio 14th, 2014
Somos viajeros de diferentes tiempos y de espacios. Cuando creemos que hemos llegado al destino indicado, la campana de aviso del siguiente viaje ya se está anunciando y tenemos que prepararnos para partir.
Nos movemos para conocer, para explorar, y lo más importante; para extrañar. Las personas vivimos para el recuerdo, de fotografías y sonrisas. Al final es lo primero que guardamos y lo único que tenemos. Por nuestra mente desfilan personas que se han hospedado dentro de nosotros, unos se quedan por mucho tiempo, algunos otros vienen sólo de paso, y otros están yendo y viniendo. No hay garantía de quién se quedará. Como anfitriones tendremos que ser educados, hacer de mucama y arreglar el desorden que otra persona (o personas) ocasionaron. Ser hospitalario con quien esté, y no preguntar cuanto tiempo se quedará contigo, por el contrario, ofrecerle que se quede lo más posible. Las personas somos tanto como viajeros como destinos, cuando nosotros visitemos a alguien querremos le mismo trato, dar nuestra mejor cara. Ese es nuestro souvenir, el mejor recuerdo de alguien. Sólo hay que recordar una cosa, y recordársela a nuestros visitantes, al salir, dejen la puerta abierta, para que las otras personas puedan entrar.
“Las personas somos tanto como visitantes como destinos.”
JLBR